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“Ha salido Dirigido por… Nos da la impresión de que nuestros esfuerzos se han visto compensados. En realidad queríamos hacer algo, plasmar de alguna manera nuestra afición común… EL CINE. Hay muchos que comparten nuestra pasión, deseamos llegar a ellos. No sabemos si llenamos algún espacio vacío, lo que sí sabemos es que cada mes os presentaremos un director distinto y de ser posible directores que poco a poco nos descubran la apariencia de un arte no suficientemente valorado. Bajo el siguiente índice: estudio, entrevistas, críticas y una filmografía completa, será el reflejo de nuestra preocupación para teneros informados. Nuestros medios son modestos, modestísimos. Queremos durar. Vosotros tenéis la palabra”.

Con estas líneas saludaba al lector el número 0 de Dirigido por…, consagrado a Claude Chabrol. Luego vendría el número 1, un estudio dedicado a Stanley Kubrick. Estamos en 1972. “Queremos durar”, decía la editorial del número 0. Lo consiguieron: este mes, junio de 2019, acaba de salir el ejemplar número 500. Con medios “modestos, modestísimos”, la revista fundada por Edmond Orts ha logrado mantenerse en pie durante cinco décadas. Felicidades a todo el equipo, especialmente a Enrique Aragonés y a sus proverbiales perseverancia y tozudez.

Para la generación del bloguero, Dirigido por… no podía haber nacido en mejor momento. El cine lo llevábamos ya en las venas desde las dictaduras del chupete y el sonajero y Fotogramas, nuestro faro entonces semanal, nos había inoculado el virus del cine escrito y leído. Habíamos pillado Nuestro cine y Film Ideal en sus fases terminales, pues desaparecieron al despuntar los setenta. “No sabemos sin llenamos algún espacio vacío”; pues sí, el que dejaron esas dos publicaciones señeras. El caso es que empezamos a devorar cada mes Dirigido por…, que nos abrió ojos y caminos. Nunca dejó de ser una revista con el objetivo de estudiar a un director, pero con el tiempo se abrió a todo tipo de reportajes, críticas de los estrenos, cubrimiento de certámenes, bandas sonoras (la longeva sección de Joan Padrol), televisión, vídeo, dvd y así hasta alcanzar un presente que presta la debida atención a las plataformas online. Crecer leyendo Dirigido por…, aunque por supuesto no únicamente Dirigido por…, fue un placer que sólo podemos pagar con reconocimiento: memorables recuerdos de memorables textos de Miguel Marías, de César Santos Fontenla, de José María Latorre o de Rafel Miret, que al bloguero le hizo babear con su riguroso artículo sobre Ozu, en dos números seguidos allá por 1981, pues del cineasta japonés apenas habría visto entonces un par de películas. El hitchockiano-felliniano Latorre capitaneó la nave como redactor jefe, dándole una muy específica personalidad, desde principios de los ochenta hasta 2011, relevándole Tomás Fernández Valentí, actualmente al timón.

Háganse con un ejemplar del número 500 ahora mismo en los quioscos y celebren la efeméride con este especial sobre el cine del siglo XXI, coordinado por Quim Casas, el gran peso pesado de la revista desde hace un mogollón de años. Para la ocasión, un puñado de críticos, la mayoría afines a Dirigido por… pero también algunos invitados externos, han participado en una votación sobre los mejores títulos realizados entre 2000 y 2018. En lo referente a las españolas, empate entre La isla mínima (2014) y En construcción (2001); Mulholland Drive (2001) vence en solitario como mejor película extranjera.