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the ridiculous 6

La semana pasada, bajo el título contundente de Internet salvará a los cinéfilos, Gregorio Belinchón publicaba en El País un reportaje sobre la presencia en Madrid de Jonathan Rosenbaum para impartir un breve curso de cine en el Reina Sofía. El veterano crítico defendía Internet como espacio fundamental de comunicación e información y lugar idóneo donde ver cientos de películas a las que, de otro modo, no tendríamos acceso. Hoy “la cultura se esparce como nunca antes, si de verdad te interesa la diversidad”, decía Rosenbaum. Imposible no estar de acuerdo con él. Otro crítico ilustre, Jean-Michel Frodon, escribe este mes en la revista Caimán. Cuadernos de cine un artículo titulado ¿Dónde veremos las películas mañana? ¿Y qué películas?, donde reflexiona sobre el inmediato porvenir en el consumo de cine a través de canales y plataformas online, centrando su atención en el anunciado proyecto Screening Room, cuyo objetivo “es ofrecer la posibilidad de ver las películas en línea en el mismo momento en que se estrenan en salas, pulverizando así la cronología de los medios que permite guardar un margen de exclusividad a las salas”. Sí: eso ya se ha experimentado varias veces, y con éxito enorme en algunos casos, como el de Paco León con Carmina o revienta (2012). Pero lo de Screening Room va unos cuantos palmos más allá, y sólo hace falta leer la lista de cineastas, citados por Frodon, que defienden y apoyan el proyecto para entender que la cosa, de consumarse, tendrá considerable relieve: Steven Spielberg, J. J. Abrams, Peter Jackson, Martin Scorsese, Ron Howard, Taylor Hackford… Hablamos, pues, de cine mainstream, incluidos blockbusters. ¿Se imaginan ver el estreno de una próxima entrega de Misión: Imposible por ordenador (de manera legal, por descontado, y en copia perfecta)? Asusta un poco, la verdad, e invita a soñar que a los barceloneses siempre nos quedará el Phenomena para puntuales epifanías.

A la espera de este mañana a la vuelta de la esquina, ya hay quien se ha puesto las pilas con buen olfato. Adam Sandler, sin ir más lejos. Fausto Fernández y Pere Vall me hablan maravillas de The Ridiculous 6 y The Do-Over, las dos últimas películas del actor cómico, producidas por (y estrenadas directamente en) la cadena televisiva Netflix, y me lanzo sin pestañear a por ellas. Desternillantes, genuinas gamberradas made in Sanderlandia. The Do-Over, de Steven Brill, es una comedia de intriga y acción formulada en clave de buddy movie (a Sandler, que es quien tira del carro, liante y camandulero, le acompaña un muy inspirado David Spade), pertinentemente grosera y guarra (lo que funciona aquí, más que los cerebros, son los culos y los genitales, y olé a la fugaz aparición de un inenarrable Luis Guzmán) pero de afilado ingenio. Y una auténtica perla para cinéfilos sin prejuicios es The Ridiculous 6, obvio guiño al último western de Tarantino (los créditos finales son también tarantinianos de pura cepa). Dirigida por Frank Coraci, es una farsa del Oeste delirante, disparatada, bien amarrada en el humor absurdo inteligente desde el minuto cero, en el radio de acción del Seth MacFarlane de Mil maneras de morder el polvo (2014) pero todavía más excitante, con un puñado de gags verbales brillantes, de los que te hacen saltar lágrimas de placer, y escenas memorables: la del ahorcamiento, la del pistolero sin cabeza, la de la autoextirpación del ojo, la del asesinato de Lincoln o la de la partida de póker que reúne al general Custer, Wyatt Earp y Mark Twain (donde se menciona El príncipe y el mendigo, novela escrita cinco años después de la batalla de Little Big Horn: perdonémosles el lapsus). Ojo al reparto, que no se lo salta un apache ni un mapache: Sandler, Rob Schneider, Taylor Lautner, Jorge Garcia, Luke Wilson, Terry Crews (los seis alelados protagonistas, caricaturas tan hiperbólicas como modélicas), Nick Nolte, Steve Zahn, Harvey Keitel, David Spade, Danny Trejo, Steve Buscemi, Vanilla Ice, Jon Lovitz, John Turturro, Chris Kattan… En caliente, recién degustada, a uno le parece la mejor comedia del Oeste desde que Buster Keaton rodara en 1925 El rey de los cowboys.